La lucha de una mujer transexual para ejercer
como abogada
Fiorella Cava, cantante transexual peruana e ícono de rock de los
ochenta, ha iniciado los trámites oficiales para recuperar su título de
abogada, aquel que hace más de veinte años le fue expedido bajo el
nombre de Sergio y que ahora reclama para Fiorella, la mujer que
siempre fue.
ochenta, ha iniciado los trámites oficiales para recuperar su título de
abogada, aquel que hace más de veinte años le fue expedido bajo el
nombre de Sergio y que ahora reclama para Fiorella, la mujer que
siempre fue.
Por Tatiana Palla (*)
Fotos: Renato Pajuelo
A mediados de los ochenta, era conocida como Sergio Cava, cantante
de pelo esponjoso y batido de JAS, uno de los grupos de rock peruanos
que más sonó por aquellas épocas.
Pocos años antes, Fiorella se había graduado en la carrera de Derecho
en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Combinaba su trabajo de
representante de disqueras internacionales con los conciertos en los
que tocaba enfundada en pantalones pitillo, camisa, y fachada de varón.
de pelo esponjoso y batido de JAS, uno de los grupos de rock peruanos
que más sonó por aquellas épocas.
Pocos años antes, Fiorella se había graduado en la carrera de Derecho
en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Combinaba su trabajo de
representante de disqueras internacionales con los conciertos en los
que tocaba enfundada en pantalones pitillo, camisa, y fachada de varón.
Éxitos del grupo como “Ya no quiero más ska” o “Personalidad”
siguen colándose de vez en cuando en las radios y aún la llevan a los
escenarios. Su título universitario en Derecho y Ciencias políticas
es letra muerta hace dosdécadas. ¿La razón? Ella es Fiorella y el
cartón fue para Sergio, esa identidad que le fue asignada al nacer y
contra la que ha luchado toda su vida. Ella quiere su carrera de vuelta.
siguen colándose de vez en cuando en las radios y aún la llevan a los
escenarios. Su título universitario en Derecho y Ciencias políticas
es letra muerta hace dosdécadas. ¿La razón? Ella es Fiorella y el
cartón fue para Sergio, esa identidad que le fue asignada al nacer y
contra la que ha luchado toda su vida. Ella quiere su carrera de vuelta.
BATALLA LEGAL
Lejos está ya aquella época en la que vivió recluida mientras completaba
su adecuación corporal al género con el que se identifica. Ya quedaron
atrás los días en los que se escondía de la prensa, de los conocidos y
desconocidos.
su adecuación corporal al género con el que se identifica. Ya quedaron
atrás los días en los que se escondía de la prensa, de los conocidos y
desconocidos.
Contó su historia hace diez años, cuando presentó “Identidad, cultura y
sociedad”, un libro en el que reclamaba la falta de transexuales hablando
desde su propia experiencia.
Soportó las mofas supuestamente cómicas que a costa de ella
aparecieron en televisión.
Recuperó unos amigos, perdió otros. Relanzó su banda, la disolvió.
Creó el grupo CISNE (Centro de Identidad y Sexualidad Nueva
Existencia) como espacio de apoyo a personas transexuales y
transgénero que necesitaran un espacio dónde desahogarse
y pedir consejo. La experiencia duró tres años. Volvió a los escenarios
como solista, lanzó un disco.
Su exposición mediática, aunque cada vez menor, ha ido de la mano
con una lucha que considera capital: la de ser reconocida,
legalmente y por todos los flancos, como mujer.
sociedad”, un libro en el que reclamaba la falta de transexuales hablando
desde su propia experiencia.
Soportó las mofas supuestamente cómicas que a costa de ella
aparecieron en televisión.
Recuperó unos amigos, perdió otros. Relanzó su banda, la disolvió.
Creó el grupo CISNE (Centro de Identidad y Sexualidad Nueva
Existencia) como espacio de apoyo a personas transexuales y
transgénero que necesitaran un espacio dónde desahogarse
y pedir consejo. La experiencia duró tres años. Volvió a los escenarios
como solista, lanzó un disco.
Su exposición mediática, aunque cada vez menor, ha ido de la mano
con una lucha que considera capital: la de ser reconocida,
legalmente y por todos los flancos, como mujer.
Obtener un Documento Nacional de Identidad (DNI) en el que figurara
como tal le tomó más de quince años. Su primer pedido fue rechazado
en 1998.
Hizo otro intento diez años después, cuando su reclamo era conocido.
El juicio le duró seis calendarios, pero finalmente lo logró. Desde
mediados del 2012 puede exhibir un DNI original con su nombre.
“Yo nací siendo Fiorella, pero para la ley peruana he tenido que
pasar por un proceso de reasignación genital, probarle al Poder
Judicial y a una serie de personajes que eran sesgadamente
transfóbicos cuál es mi condición. Es estúpido, pero yo he
tenido que probar ser mujer”, dice.
como tal le tomó más de quince años. Su primer pedido fue rechazado
en 1998.
Hizo otro intento diez años después, cuando su reclamo era conocido.
El juicio le duró seis calendarios, pero finalmente lo logró. Desde
mediados del 2012 puede exhibir un DNI original con su nombre.
“Yo nací siendo Fiorella, pero para la ley peruana he tenido que
pasar por un proceso de reasignación genital, probarle al Poder
Judicial y a una serie de personajes que eran sesgadamente
transfóbicos cuál es mi condición. Es estúpido, pero yo he
tenido que probar ser mujer”, dice.
Había ‘otras’ formas de lograrlo, como optar por vivir indefinidamente
con un DNI adulterado. O, como muchas de sus amigas transexuales o
transgénero, aprovechar problemas con registros de nacimientos en
alguna provincia del Perú y pedir un documento con su nuevo nombre,
pero a costa de inscribirse como analfabetas.
Volver a nacer, en fin, como si nada hubiera pasado antes. A Fiorella, que
tiene un título en Derecho, otro en Comunicaciones y un post grado en
Antropología, esa opción le es inviable. Quiere lo que le corresponde.
con un DNI adulterado. O, como muchas de sus amigas transexuales o
transgénero, aprovechar problemas con registros de nacimientos en
alguna provincia del Perú y pedir un documento con su nuevo nombre,
pero a costa de inscribirse como analfabetas.
Volver a nacer, en fin, como si nada hubiera pasado antes. A Fiorella, que
tiene un título en Derecho, otro en Comunicaciones y un post grado en
Antropología, esa opción le es inviable. Quiere lo que le corresponde.
Por eso, hace dos semanas ha iniciado el proceso para recuperar el título
al que siente que le puede sacar más provecho: el de leyes. “En este
momento estoy pidiendo que se incorpore al sistema administrativo
de la PUCP lo postulado en la sentencia que gané y que ordena
al RENIEC (1) y al Registro Civil mi cambio de nombre. Es una solicitud
como cualquiera, porque en el diploma no sale género. Es mi nombre
actual, mi firma actual, y la nueva foto que aparece en mi DNI”, dice.
al que siente que le puede sacar más provecho: el de leyes. “En este
momento estoy pidiendo que se incorpore al sistema administrativo
de la PUCP lo postulado en la sentencia que gané y que ordena
al RENIEC (1) y al Registro Civil mi cambio de nombre. Es una solicitud
como cualquiera, porque en el diploma no sale género. Es mi nombre
actual, mi firma actual, y la nueva foto que aparece en mi DNI”, dice.
Fiorella confía en que lo más difícil ha pasado, que esto es cuestión de
procedimiento.
“Va a demorar un mes y medio o dos meses. Con muertos y heridos,
con fiestas y vacaciones, estará en febrero”, asegura. La última vez
que preguntó por los procesos de cambio de nombre para su título fue
en 1992. Preguntó si era posible que sus documentos se actualizaran,
que era una mujer transexual y que pronto iba a empezar su cambio.
Le dijeron que con sentencia en mano procederían. Ahora, a puertas
de terminar el 2014, recién tiene todo lo que necesita para recuperar
su carrera. Está haciendo los trámites sola. Para eso es abogada.
procedimiento.
“Va a demorar un mes y medio o dos meses. Con muertos y heridos,
con fiestas y vacaciones, estará en febrero”, asegura. La última vez
que preguntó por los procesos de cambio de nombre para su título fue
en 1992. Preguntó si era posible que sus documentos se actualizaran,
que era una mujer transexual y que pronto iba a empezar su cambio.
Le dijeron que con sentencia en mano procederían. Ahora, a puertas
de terminar el 2014, recién tiene todo lo que necesita para recuperar
su carrera. Está haciendo los trámites sola. Para eso es abogada.
Su título de derecho se suma a algunos otros estudios que llevó con
un documento de identidad no tan legal que digamos, pero que le
permitió ser tratada como Fiorella dentro de su salón de clases.
Prefiere ahorrarse los detalles, no quiere que le quiten los pocos
certificados que tiene a su nombre.
un documento de identidad no tan legal que digamos, pero que le
permitió ser tratada como Fiorella dentro de su salón de clases.
Prefiere ahorrarse los detalles, no quiere que le quiten los pocos
certificados que tiene a su nombre.
Su sustento actual está en sus conciertos semanales, una que otra
conferencia mensual sobre sexualidad, y la venta de sus discos.
Lo exacto para vivir, nada más. Pasa una vida diferente a la que tuvo
hace tres décadas, cuando a los veintitrés años se convirtió en la
gerente de un holding de disqueras que manejaba todas las
licencias de derechos de intérprete, de autor y producción a nivel
autoral con empresas nacionales y extranjeras. O de cuando tuvo
una empresa de alquiler de equipos de sonido de alta gama con
sus hermanos. El trabajo de directora creativa de un estudio de
grabación dedicado a hacer jingles comerciales en los ochentas
también es un recuerdo. “Tuve trabajo estable mientras no fui
Fiorella. Así de sencillo”, dice.
conferencia mensual sobre sexualidad, y la venta de sus discos.
Lo exacto para vivir, nada más. Pasa una vida diferente a la que tuvo
hace tres décadas, cuando a los veintitrés años se convirtió en la
gerente de un holding de disqueras que manejaba todas las
licencias de derechos de intérprete, de autor y producción a nivel
autoral con empresas nacionales y extranjeras. O de cuando tuvo
una empresa de alquiler de equipos de sonido de alta gama con
sus hermanos. El trabajo de directora creativa de un estudio de
grabación dedicado a hacer jingles comerciales en los ochentas
también es un recuerdo. “Tuve trabajo estable mientras no fui
Fiorella. Así de sencillo”, dice.
Cuando decidió vivir de acuerdo a su identidad, las propuestas
laborales fueron disminuyendo hasta desaparecer. Ahora que su
título está por salir, virará en otra dirección:
“La cuestión es esta: el tiempo se me pasa. En cinco años
tengo que resolver el resto de mi vida”.
laborales fueron disminuyendo hasta desaparecer. Ahora que su
título está por salir, virará en otra dirección:
“La cuestión es esta: el tiempo se me pasa. En cinco años
tengo que resolver el resto de mi vida”.
NUEVOS RUMBOS
Lo primero que hará será ayudar a un par de personas que le han
pedido apoyo con su actualización de nombre e identidad, como
quien quita el óxido a sus clases de leyes.
Lo siguiente será mirar al exterior. “Mi siguiente disco empezaré a
grabarlo en el próximo mes y estará saliendo para febrero. Eso y
mi título van a ser mis pasaportes para irme al extranjero. Aquí
ya no tengo nada que hacer. No veo ninguna disposición de
apertura para la contratación de personas transexuales a nivel
laboral”, explica secamente.
pedido apoyo con su actualización de nombre e identidad, como
quien quita el óxido a sus clases de leyes.
Lo siguiente será mirar al exterior. “Mi siguiente disco empezaré a
grabarlo en el próximo mes y estará saliendo para febrero. Eso y
mi título van a ser mis pasaportes para irme al extranjero. Aquí
ya no tengo nada que hacer. No veo ninguna disposición de
apertura para la contratación de personas transexuales a nivel
laboral”, explica secamente.
Su meta, por ahora, es encontrar alguna beca integral que le
permita vivir y estudiar alguna especialización en Derechos
Humanos en España, Argentina, México, tal vez Ecuador.
Regresar con financiamento y reactivar el grupo CISNE
(ahora Centro Intersexual Nueva Existencia) que de aquí
en adelante se dedicaría exclusivamente a trabajar por
el bienestar de las personas transexuales.
permita vivir y estudiar alguna especialización en Derechos
Humanos en España, Argentina, México, tal vez Ecuador.
Regresar con financiamento y reactivar el grupo CISNE
(ahora Centro Intersexual Nueva Existencia) que de aquí
en adelante se dedicaría exclusivamente a trabajar por
el bienestar de las personas transexuales.
“Si me voy afuera es justamente para conseguir medios para
defender al colectivo transexual. La lucha no va a ser por las
que fallecieron, se fueron, sino por las que van a nacer”, dice.
Ojalá encuentre su camino.
defender al colectivo transexual. La lucha no va a ser por las
que fallecieron, se fueron, sino por las que van a nacer”, dice.
Ojalá encuentre su camino.
1. RENIEC: Registro Nacional de Identidad
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